miércoles, 14 de mayo de 2014

El caballo y el cuchillo de Federico García Lorca

A continuación, haremos un estudio sobre el simbolismo utilizado por Federico García Lorca a lo largo de Bodas de Sangre. Este tema se trabajará a lo largo de dos entradas; en la primera hablaremos sobre el caballo y el cuchillo y en la segunda sobre el agua y la luna.
La edición utilizada es la siguiente:


GARCÍA LORCA, Federico. Bodas de sangre. 24ª ed. de Allen Josephs y Juan Caballero. Madrid, España. CATEDRA Letras Hispánicas. 2012. pp. 170. ISBN: 84-376-0560-9

El caballo


Es curioso destacar cómo LEONARDO es el único personaje que tiene nombre propio en la tragedia; además, este nombre nos conduce a pensar en un fiero animal como es el león, lo que nos hace pensar en una personalidad felina y salvaje. Este personaje felino y animal se relaciona constantemente con el caballo. Este caballo tomará dos vertientes en la obra de Lorca: el sexo y la muerte. 



Por destacar algunas citas del libro, vemos que se dice que:

«se ha visto a LEONARDO al límite los llanos con el caballo reventado de sudor»

«El caballo se encuentra tendido, con los ojos desorbitados como si llegara del fin del mundo»

Al llegar LEONARDO el primero a la boda, según la CRIADA

«va a matar al caballo con tanta carrera» 

LEONARDO le responde: 

«¡Cuando muera, muerto está!» 

El caballo que aparece en la nana lleva «puñales de plata en los ojos», al igual que «LEONARDO lleva una espina en cada ojo» cuando discute con su mujer. Hasta aquí vemos como ese caballo simboliza constantemente la amenaza de la muerte, que se va cerniendo sobre LEONARDO y que constantemente le recuerda su naturaleza animal. Parece ser como si esta violencia con la que se trata al caballo, le fuese devuelta a LEONARDO con su propia muerte. Al final de la boda, cuando la MUJER de LEONARDO descubre que se han fugado, exclama: 

«¡Han huido! ¡Han huido! Ella y LEONARDO. En el caballo. ¡Iban abrazados, como una exhalación!» 

Este caballo simboliza esa mezcla de sexo y muerte. Ambos van abrazados como una exhalación hacia su muerte. Representa a esa pasión alocada que les lleva a cavar su propia tumba.



El cuchillo

Antes de comenzar, debemos tener en cuenta que Bodas de sangre se enmarca dentro de un mundo basado en el racionalismo y el cristianismo que dejó de existir en el mundo occidental. Este mundo se encuentra exento de virtud y de vicio, va más allá de los principios morales. Este mundo se encuentra desbordado por el sentido místico de la vida, la forma en que se obtiene ésta y la forma en que se pierde. Partiendo de esta visión mística del mundo, llegamos al tema del sacrificio. En la obra aparece la muerte, pero lo realmente destacable es por qué se muere y cómo. El muerto se convierte en una víctima de la sangrienta obsesión de Lorca por el cuchillo



La navaja aparece en la primera escena de la obra, mentada por la MADRE:


La navaja, la navaja... Malditas sean todas y el bribón que las
inventó.

Es curioso cómo Lorca también dedica las últimas palabras de la obra a este arma.

Y apenas cabe en la mano,
pero que penetra frío
por las carnes asombradas
y allí se para, en el sitio
donde tiembla enmarañada
la oscura raíz del grito.

Desde el inicio de la tragedia, se nos da a conocer la relevancia de este cuchillo que ha acabado con la vida del padre y del hermano del NOVIO. La MADRE en todo momento se muestra reacia al uso y manipulación de las armas y sobre todo, si son cuchillos. Es constante la mención del padre y el hijo muertos de una forma tan trágica y sangrienta como lo es morir a causa de un cuchillo. En la primera parte, después de la retahíla que la madre le suelta al NOVIO acerca de los cuchillos, la muerte de su familia y la violencia,  observamos la siguiente conversación:

MADRE. Sí, sí, y a ver si me alegras con seis nietos, o los que te dé la gana, ya que tu padre no tuvo lugar de hacérmelos a mí.
NOVIO. El primero para usted.
MADRE. Sí, pero que haya niñas. Que yo quiero bordar y hacer encaje y estar tranquila.

Aparece aquí un contraste entre las labores del hogar, que representan esa paz constante que suele rodear a las familias cuando se encuentran en casa; en contraposición con las labores del cuchillo, que representarían esa guerra constante entre los hombres para acabar unos con otros.
En la página 108 encontramos la nana cantada entre la SUEGRA y la MUJER, en la que de nuevo encontramos otra referencia al arma, en este caso, un puñal.

Las patas heridas,
las crines heladas,
dentro de los ojos 
un puñal de plata.

Este puñal de plata en los ojos del caballo indica que la pasión se ha impuesto.

El cuchillo durante toda a obra representa la muerte, lo fatídico y la perdición. Acaba con la vida de diversos personajes a lo largo de la obra y va cobrando importancia a lo largo de la obsesión de Lorca por él.
Me parece interesante destacar una reflexión de Álvarez de Miranda que dice así:

... El himno de los protagonistas, MADRE y NOVIA, al terrificante instrumento mortal; ambas repiten insistentemente, hasta que cae el telón, los versos extáticos del cuchillo. Una especie de adoración al cuchillo que une en idéntico gensto a las dos feroces rivales. Ya no lloran cada una a su muerto, no execran ya cada cual al matador de éste. Las muertes recíprocas, y el poeta hace a sus personajes oír de rodillas el himno del cuchillo. El cuchillo es la muerte y es su causa, es su misterio y su fascinación. (Álvarez de Miranda, pág. 34).

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