lunes, 19 de mayo de 2014

El poder y la violencia en Bodas de Sangre

A continuación, haremos un estudio sobre el poder y la violencia que encontramos dentro de la obra Bodas de Sangre de Federico García Lorca. Siguiendo con el planteamiento de las entradas anteriores, añado la edición utilizada para este comentario.

GARCÍA LORCA, Federico. Bodas de sangre. 24ª ed. de Allen Josephs y Juan Caballero. Madrid, España. CATEDRA Letras Hispánicas. 2012. pp. 170. ISBN: 84-376-0560-9

Antes de comenzar, no debemos olvidar que la obra Bodas de Sangre está basada en una historia real que sucedió en Almería en 1928.

En el verano de ese mismo año, Federico García Lorca pasaba la temporada estival en una residencia rupestre en Níjar, Almería. A través del periódico local, pudo conocer la historia de Francisca Cañada Morales, una joven de 20 años que el día de su boda se dio a la fuga con su primo hermano Francisco Montes Cañada, diez años mayor que ella y del cual siempre estuvo enamorada. Tras unos matorrales en los que se escondían, tres tiros acabaron con la vida de Francisco y Paca sobrevivió milagrosamente al estrangulamiento. 
En aquella época y según la costumbre almeriense, era costumbre celebrar las bodas de madrugada y así se llevaría a cabo ésta, a las 3 de la mañana con la novia vestida de negro. El padre de la novia, Francisco Cañada, poco tuvo en cuenta los sentimientos de su hija enamorada de su primo hermano, y con el único fin de mantener su herencia en casa, la mandó casar con Casimiro Pérez Pino. 

En este enlace podréis encontrar mayor información sobre los hechos acontecidos en Níjar en julio de 1928.

Durante toda la obra de Lorca, vemos el reflejo de esos hechos acontecidos en 1928. El poder de la riqueza acecha constantemente a la tragedia real, ya que como se conoció a lo largo de los años, el asesinato fue debido al interés por heredar los bienes de la novia. 
La honra es otro de los poderes esenciales que entra en la escena lorquiana, ya que es la responsable del asesinato y ronda constantemente los pensamientos de la MADRE y el resto de personajes, determinando su comportamiento a lo largo de la obra.

El tema principal tratado en esta obra es la vida y la muerte que se ven alteradas por la acción del poder del honor y la violencia de los personajes. De un modo ancestral las leyendas y los paisajes utilizados por Lorca introducen al lector en un mundo de oscuras pasiones cuyo único fin son los celos, la persecución y la violenta muerte de los protagonistas. El amor intenta combatir contra la violencia a la que se enfrentan los personajes.

A continuación, me centraré en la estrecha relación entre el personaje de LEONARDO y el caballo. 
Es curioso destacar en primer lugar, cómo LEONARDO es el único personaje que tiene nombre propio en la tragedia; además, este nombre nos conduce a pensar en un fiero animal como es el león. Este personaje felino y animal se relaciona constantemente con el caballo. Este caballo utilizado por García Lorca tomará dos vertientes en su obra: el sexo y la muerte. Por destacar algunas citas del libro, vemos que se dice que: 

«se ha visto a LEONARDO al límite los llanos con el caballo reventado de sudor»

«El caballo se encuentra tendido, con los ojos desorbitados como si llegara del fin del mundo»

Al llegar LEONARDO el primero a la boda, según la CRIADA: 

«va a matar al caballo con tanta carrera»

a lo que LEONARDO responde: 

«¡Cuando muera, muerto está!» 

Aquí vemos el poder que ejerce LEONARDO sobre ese caballo al que maltrata y extenúa con el único fin de lograr su cometido, encontrarse con su amada. La violencia hacia el animal se refleja en el poder que tiene el humano sobre la bestia por el simple hecho de ser humano.
Es curioso además, ver cómo ese caballo sobre el que LEONARDO ejerce su poder y maltrata, resulta estar ejerciendo el poder de vehículo hacia la muerte, ya que como veremos más adelante, este caballo será el encargado de conducir a LEONARDO a su final.

El caballo que aparece en la nana lleva «puñales de plata en los ojos», al igual que 

«LEONARDO lleva una espina en cada ojo»

cuando discute con su mujer. Hasta aquí vemos como ese caballo simboliza constantemente la amenaza de la muerte y la violencia a la que va a ser sometido LEONARDO, que constantemente le recuerda su naturaleza animal. Parece ser como si esta violencia con la que se trata al caballo, le fuese devuelta a LEONARDO con su propia muerte. 
Al final de la boda, cuando la mujer de LEONARDO descubre que se han fugado, exclama: 

«¡Han huido! ¡Han huido! Ella y LEONARDO. En el caballo. ¡Iban abrazados, como una exhalación!» 

Este caballo simboliza esa mezcla de sexo y muerte. Ambos van abrazados como una exhalación hacia su muerte. Representa esa pasión alocada que les lleva a cavar su propia tumba. Ellos mismos han ejercido su poder de voluntad para decidir huir juntos, ya que conocían perfectamente las consecuencias a las que se atenían.

http://conilsinfrontera.es/wp-content/uploads/2013/02/pareja_caballo_playa.jpg
Otra representación de la violencia la encontramos constantemente en la aparición de las armas como el cuchillo y la navaja, que ya comentamos en la entrada El caballo y el cuchillo de Federico García Lorca. Estas armas representan la historia del hijo y del padre fallecidos a consecuencia de su uso. La muerte violenta del padre y el hermano del NOVIO se da a conocer mediante los amargos comentarios de la MADRE, que desde un principio nos anticipa la muerte del NOVIO y crean en la obra un clima de violencia que es palpable e inevitable.

Me gustaría destacar las palabras que dedica Christopher Maurer al final del tercer acto de Bodas de Sangre:
«Para la escena apoteósica de la Luna, Lorca se apoyó en la música para preparar al público para lo extraño y lo poético del tercer acto, empleando el segundo concierto Brandemburgo de Bach. "Bodas de sangre... está sacada de Bach... ese tercer acto, eso de la luna, eso del bosque, eso de la muerte rondando, todo está en la Cantata de Bach que yo tenía»

https://www.youtube.com/watch?v=2MtZxQ4m_jQ

Además en este enlace podréis deleitaros con la Cantata 140 de Bach.

Me resulta curiosa esta aportación, ya que desde el origen de los tiempos la música ha sido un instrumento bastante útil para representar las emociones humanas. Concretamente estas dos piezas de Bach, transmiten ese sentimiento de angustia que rápidamente hace que nos sobrecojamos ante una sensación de violencia desconocida, que se apodera de nosotros a la vez que nos va poniendo en situación.

La obra al completo refleja ese ambiente violento y sangriento que desde el propio título ya nos va advirtiendo del desenlace. Contrasta esa violencia de la obra con las notas suaves desarrolladas por Bach, por lo que una lectura acompañada por estas dos deliciosas composiciones seguro resultará un exitoso deleite para los sentidos.

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